El proyecto se concibe como un rascacielos residencial de diseño vanguardista que se erige con elegancia en el paisaje urbano, destacando por su silueta curvilínea y su fachada de color cobre.
VÍNCULO CULTURAL CON LA CIUDAD
Este detalle único no solo resalta el edificio en el horizonte de la ciudad, sino que también establece un vínculo visual y cultural con la historia de Panamá, rindiendo homenaje a las tonalidades de las estructuras originales del casco histórico. Se sitúa junto a un parque urbano y una vía fluvial, maximizando las vistas panorámicas hacia el agua y el verde, y ofreciendo un entorno sereno en medio de la metrópoli.
Los balcones continuos rodean cada nivel, proporcionando a los residentes una experiencia de conexión directa con el paisaje exterior.
La incorporación de áreas verdes en diferentes niveles del edificio y el diseño curvo optimizan la ventilación y la iluminación natural, contribuyendo al confort ambiental.